martes, 10 de febrero de 2009

Chiloé, 10 de febrero de 1712, la rebelión williche silenciada


Queremos conmemorar el histórico levantamiento de los williche de Chiloé en el año 1712, originado ante los abusos a que eran sometidos los habitantes originarios de la isla por parte de encomenderos españoles: este acontecimiento fue calificado por las autoridades de la época como "el más grave suceso ocurrido en Chile desde la rebelión araucana de 1655″. Se trata de un acontecimiento de gran relevancia histórica, pero que ha sido silenciado durante siglos.

"No deja de sorprender que siga siendo la más ignorada de las grandes rebeliones 'indias', mucho más cuanto los que se rebelaron fueron encomenderos, conocidos en todo el reino como 'pacíficos, cristianos y fieles vasallos", consigna Urbina, uno de los historiadores que considera la rebelión de los williche como uno de los episodios más importantes y trascendentales de la historia de Chile en tiempos de la Colonia.
Para nosotros los williche de Chiloé, este día constituye el inicio de la lucha por la devolución de nuestros territorios.

La sangre derramada por nuestros hermanos en aquel 10 de Febrero no será nunca olvidada, significa el inicio de la recuperación de nuestra dignidad y cosmovisión propia cada día más vigente.

Así se levantaron nuestros hermanos:

La mecha que encendió el conflicto fue el inhumano castigo dado a un indio wiliche que después de ser azotado por su encomendero fue incendiado envuelto en paja seca. Las comunidades cercanas a Castro convocaron a todos los hermanos de la isla (encomendados y no encomendados) a un Gran Palin en Kilkico en Enero de ese 1712.

A dicho encuentro acudieron comunidades de toda la isla grande y de otras islas como Quinchao, Alao Apiao y Lemuy. En ese Palin acordaron levantarse el 1º de Febrero de 1712 para reivindicar el término del régimen de encomiendas y exigir la devolución de las tierras usurpadas por los españoles.

Y de esa manera ocurrió.

El asedio comenzó en la madrugada del día 10 de febrero de 1712 y Castro entero ardió en llamas como también todas las haciendas invasoras del sur de la isla.
Como una forma de organizar sus fuerzas los williche establecieron dos campamentos desde los cuales comandaban los ataques y enviaban guerreros a controlar los caminos.

Los españoles intentaron retomar el control de la isla desde el norte, por el canal de Chacao, allí encontraron una fuerte resistencia que terminó frustrando sus intenciones. Por ello decidieron enviar tropas desde la zona de Osorno que fueron abriendo paso para la entrada de los españoles, de este modo lograron vencer las líneas williche.

Los enfrentamientos posteriores causaron la muerte e comunidades enteras. Desde esa época se pierde registro de lo ocurrido con las comunidades alzadas (Ten Ten entre ellas).

Los williche intentaron reorganizarse en la isla de Quinchao donde finalmente fueron derrotados por los españoles. Algunos de los líderes de la rebelión lograron escapar a las islas cercanas. Se estima en unos mil los williche que murieron luchando contra la esclavitud y por la recuperación de su territorio ancestral, más de la mitad de la población indígena de aquel entonces.

La protesta continuó con una resistencia pacífica consistente en crear una crisis en la economía colonial: abandonando el trabajo agrícola trabajando lentamente y negándose a transportar alimentos hacia las haciendas y las islas. Estas acciones se mantuvieron hasta el 26 de Marzo de 1783, fecha en que la encomienda es abolida en Chiloé. Uno de los logros obtenido por la sangre de nuestros hermanos.

Entre las demandas de los williche estaban la abolición de la esclavitud y el reconocimiento como Nación. Para los williche el levantamiento continúa vigente y las demandas de devolución de los territorios invadidos continuarán hasta que el mundo sea.

La propiedad de los territorios williche se remontan al origen del mundo, pero actualmente tenemos en nuestro poder los Títulos Realengos que son el reconocimiento jurídico de propiedad, de parte de nuestros territorios, otorgado por los españoles en época de la Colonia y reconocidos por la República de Chile en el Tratado de Tantauko firmado el 15 de Enero de 1826.

No queremos dejar de recordar en este día tan significativo para nuestro pueblo que muchos han sido los winkas que con artimañas legales se han ido apropiando de nuestros territorios, unos amparados por el estado y otros por el poder del dinero.

De estos últimos destaca el candidato a Presidente de Chile, Sebastián Piñera, que compró territorios williche, en pleno conocimiento que lo eran, que le habían sido usurpados a nuestro pueblo y que legítimamente le pertenecen. El Magnate Sebastián Piñera, ante esta situación, responde que los terrenos adquiridos son plenamente legales, pero él, un insigne doctorado en Harvard conoce perfectamente la diferencia entre legalidad y legitimidad.

Le recordamos al Sr. Piñera que la esclavitud era legal, pero bien sabemos que nunca ha sido legítima.
Ud. sabe Sr. Piñera, aspirante a presidente de Chile, que adquirió terrenos usurpados a los williche, amparado en la legalidad, olvidando deliberadamente que no era legítimo, para convertirse en Latifundista amparado en la ley que ustedes mismos crean y manipulan a conveniencia de sus intereses.

En este 10 de Febrero de 1712, en recuerdo de la sangre derramada por nuestros hermanos para recuperar la dignidad, honramos su memoria y con en Newen de Chaw Nguechen seguiremos el camino emprendido por nuestros hermanos hace 297 años para recuperar nuestros territorios y el derecho a vivir con dignidad en nuestra Mapu Ñuke.

Fuente: Consejo Caciques Williche Chiloé

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