lunes, 31 de diciembre de 2007

Pan, Trabajo, Justicia e Igualdad para todos y todas



Estimadas amigas y amigos:

Quiero aprovechar este espacio compartido con Uds., para hacerles llegar mis saludos por este nuevo año que se inicia. Aunque para los pueblos indígenas en Chile, el nuevo año se inicia en el mes de junio, no es menos cierto que habitamos en países multiculturales y compartimos por lo tanto las tradiciones y fiestas de cada año de acuerdo al calendario gregoriano.

Al finalizar este año, quiero resaltar dos hechos:

1.- Se cumplieron 100 años desde la matanza en la Escuela Santa María de Iquique, donde fueron masacrados por balas del Gobierno de turno, miles de obreros del salitre, en algunos casos junto a sus esposas e hijos que habían bajado desde la pampa salitrera a la ciudad. Ellos sólo pedían salarios justos. En este caso murieron hermanos bolivianos, peruanos y argentinos, algunos de ellos se negaron a dejar la escuela y solidarizaron con los obreros chilenos, encontrando al final la muerte igual que ellos. Entre esos obreros habían aymaras y quechuas.

2.- El 2007 fue un año de logros internacionales, en septiembre la Asamblea de Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas. Sin embargo, a nivel nacional, la situación es distinta, seguimos sin que se apruebe el Convenio 169 de la OIT, continúan mapuches encarcelados por defender sus derechos colectivos, hoy Héctor Llaitul, puso fin a una huelga de 81 días y Patricia Troncoso va a cumplir 82 días sin comer.

Pareciera que no hay similitud entre un hecho ocurrido hace cien años y la huelga mapuche actual, sin embargo, lo que existe en los dos casos es una negación de justicia por parte del Estado.

Porque aplicar la Ley Antiterrorista, heredada de la dictadura de Pinochet, a las legítimas demandas de los hermanos y hermanas mapuche es una medida injusta. No se puede criminalizar las luchas sociales y demandas de los pueblos indígenas por sus tierras ancestrales.

Lo que está haciendo el Estado es defender "la propiedad" de algunos sectores, a costa de los más desposeídos, de los que menos tienen, los que han sido atropellados continuamente. Eso mismo sucedió en 1907. El Estado quiso resguardar la seguridad y la propiedad de quienes vivían en Iquique y por ello mandó a desalojar la Escuela Santa María, ante la negativa de ellos, simplemente dispararon. No había disturbios, ni nada por el estilo, pero dispararon a matar.

Ahora el Estado aplica la Ley Antiterrorista para defender los intereses de privados, forestales y otros, como la forestal Poluco Pidenco, caso por el cual está condenada la lamngen Patricia Troncoso y otros comuneros mapuche.

Han pasado cien años, pero la historia se repite.

El Estado arremete contra aquellos que han sido despojados sistemáticamente de sus tierras. Su decisión ha sido ignorarlos y dejarlos que mueran. Así, uno tras otros enflaquecidos, con graves deterioros en su salud, los hermanos mapuche fueron abandonando la huelga de hambre que los podía llevar a la muerte y hoy solo queda la hermana Patricia Troncoso, la "Chepa", quien ha manifestado su intención de no dejar la huelga "si uno cae, otros diez se levantarán", dijo.

El Relator Especial de las Naciones Unidas Sr. Rodolfo Stavenhagen, recomendó en el año 2003, que fueran revisadas los casos de los mapuche procesados, y se realizara un debido proceso. Esas palabras han encontrado oídos sordos en el gobierno. También el Relator dijo que no deben denominarse como hechos terroristas aquellos relacionados con las luchas por las tierras indígenas. Esas palabras tampoco han sido escuchadas.

La hermana Patricia Troncoso ha sido condenada a una muerte silenciosa que muchos y muchas nos negamos a aceptar. Es por ello que este saludo de fin de año es un llamado a solidarizar con la lamngen mapuche. Así como esos obreros aymaras y quechuas hace cien atrás solidarizaron con los hermanos chilenos, llamamos a los hermanos del resto de América Latina y el mundo a escribir al gobierno y sus gobernantes, que seguramente esta noche bailarán y cenarán pavo asado y otras exquisiteces, mientras las familias de los presos políticos y la familia de Patricia Troncoso estarán preocupados de que no muera. Ese es el Chile actual.


Como mujer, como indígena y como ex presa política de las cárceles de Pinochet, no puedo menos que enviar un abrazo fraterno a la hermana Chepa y su familia.


¡¡¡Newen, Newen, Newen!!


Que el 2008 sea un año con Justicia.


¡Pan, Trabajo, Justicia e Igualdad para todos y todas!





Alejandra Flores C.
Ukhamawa
Noticias Indígenas



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