A través de la lectura de un acta de retiro, los representantes de los pueblos originarios dieron a conocer a la opinión pública que la asamblea no llegó a acuerdo con el gobierno sobre el proceso constituyente indígena.
Al finalizar la jornada realizada este 3 de noviembre en Santiago de Chile, la dirigencia indígena críticos al proceso declararon que: “los acuerdos en términos culturales y preexistencia no tienen sentido si no se logra acuerdo en temas relevantes, esto son: territorios ancestrales, consulta, plurinacionalidad, reconocimiento de naciones, consecuente con esto los pueblos originarios nos reservamos el derecho a recurrir a los tribunales de justicia en búsqueda de salvaguardar nuestros derechos”.
Agregaron que “los pueblos solicitaron en varias oportunidades llegar acuerdo con el gobierno, pero no fue posible por la intransigencia de los representantes del Estado”.
Representatividad
Uno de los aspectos cuestionados fue la representatividad con la que se llegó al acuerdo: “También se acuerda dejar sin efecto el acta anterior presentada por el gobierno el día 21 de octubre de 2017, ya que solo el 26 por ciento de la asamblea firmó esa acta, es decir, solo 38 delegados de 145, sin la presencia del pueblo yagan, kawésqar, quechua”.
Rango constitucional
Asimismo, de manera enfática las y los dirigentes expresaron que, en la asamblea, “los pueblos solicitaron subir en rango Constitucional del Convenio 169 de la OIT en su integridad y la Declaración de Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas, además de la plurinacionalidad. Los antecedentes entregados fueron políticos, jurídicos, históricos, en función al marco jurídico internacional”.
Finalmente expresaron que “como pueblos originarios pensamos que el Estado y el gobierno han perdido una gran oportunidad de haber generado un acuerdo histórico con las naciones originarios de estos territorios, lo anterior hubiera sido la posibilidad de terminar con años de injusticia, pero este gobierno no se atrevió hacerlo. El gobierno dijo delante toda la asamblea: que termina el diálogo porque no podía darnos nada más”.
Cuestionamientos
El proceso constituyente no solo fue cuestionado por sus materias de fondo, sino que también en la forma en que se llevó a cabo el proceso, participación y representatividad.
Tal es el caso de Arica y Parinacota, que enviaron al ministro de Desarrollo Social un pronunciamiento donde solicitaban ampliar la representatividad de la Región “para garantizar la voluntad expresada por las organizaciones de Putre y de Arica que en el diálogo nacional fueron excluidas”, sin embargo, al no obtener respuesta, el pueblo aymara se suma al rechazo acordado por los pueblos, ya que en la jornada de este 3 de noviembre no participaron representantes territoriales y electos quienes fueron garantes de la propuesta consensuada.
En Iquique, llegaron hasta el frontis de la Intendencia regional de Tarapacá, donde declararon públicamente su rechazo al proceso impulsado por el gobierno. “Denunciamos que este proceso estuvo viciado desde su inicio, ya que el Estado no garantizó a nuestros pueblos asesoría de confianza desde el comienzo de la consulta, no respetó los tiempos necesarios para desarrollar cada etapa y obstaculizó constantemente el diálogo, al imponer tiempos, metodología, procedimientos, recursos, etcétera, inapropiados y de forma unilateral. En Resumen, el Estado de Chile no ha garantizado las condiciones mínimas para que nuestros pueblos puedan incidir realmente en esta medida”.
Rango constitucional
Asimismo, de manera enfática las y los dirigentes expresaron que, en la asamblea, “los pueblos solicitaron subir en rango Constitucional del Convenio 169 de la OIT en su integridad y la Declaración de Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas, además de la plurinacionalidad. Los antecedentes entregados fueron políticos, jurídicos, históricos, en función al marco jurídico internacional”.
Finalmente expresaron que “como pueblos originarios pensamos que el Estado y el gobierno han perdido una gran oportunidad de haber generado un acuerdo histórico con las naciones originarios de estos territorios, lo anterior hubiera sido la posibilidad de terminar con años de injusticia, pero este gobierno no se atrevió hacerlo. El gobierno dijo delante toda la asamblea: que termina el diálogo porque no podía darnos nada más”.
Cuestionamientos
El proceso constituyente no solo fue cuestionado por sus materias de fondo, sino que también en la forma en que se llevó a cabo el proceso, participación y representatividad.
Tal es el caso de Arica y Parinacota, que enviaron al ministro de Desarrollo Social un pronunciamiento donde solicitaban ampliar la representatividad de la Región “para garantizar la voluntad expresada por las organizaciones de Putre y de Arica que en el diálogo nacional fueron excluidas”, sin embargo, al no obtener respuesta, el pueblo aymara se suma al rechazo acordado por los pueblos, ya que en la jornada de este 3 de noviembre no participaron representantes territoriales y electos quienes fueron garantes de la propuesta consensuada.
En Iquique, llegaron hasta el frontis de la Intendencia regional de Tarapacá, donde declararon públicamente su rechazo al proceso impulsado por el gobierno. “Denunciamos que este proceso estuvo viciado desde su inicio, ya que el Estado no garantizó a nuestros pueblos asesoría de confianza desde el comienzo de la consulta, no respetó los tiempos necesarios para desarrollar cada etapa y obstaculizó constantemente el diálogo, al imponer tiempos, metodología, procedimientos, recursos, etcétera, inapropiados y de forma unilateral. En Resumen, el Estado de Chile no ha garantizado las condiciones mínimas para que nuestros pueblos puedan incidir realmente en esta medida”.
También manifestaron “la total falta de difusión y convocatoria a este proceso, ya que el Estado ha generado una deficiente participación, con la finalidad de que acudieran principalmente aquellas personas invitadas a dedo, a quienes se les puede llamar alinea}dos(as)políticos(as), operadores(as) políticos(as), o simplemente utilizados(as) políticamente, con la finalidad de asegurar que la consulta culminara a satisfacción del Estado, pero en contra de los derechos de nuestros pueblos originarios”.
Fuente: El Ciudadano