En esta ocasión nos ocuparemos de analizar una palabra larga o extensa que por primera vez se comienza a resaltar y a usarla en un sentido de valoración de la lengua aymara en el Aymara Language Materials Program, University of Florida, 1969, dirigido por la doctora Hardman, profesora de antropología lingüística, en la misma universidad.
En ese programa se prepararon los materiales de enseñanza y aprendizaje de la lengua aymara, pues el equipo que estaba a cargo de esta tarea lo primero que hizo fue analizar los términos a usarse en las unidades de la lengua aymara. Por ejemplo, la palabra aruskipasiña (comunicarse), verbo que sirve de base en la comunicación social humana, a la que se agregaron sufijos a fin de que resulte todo un pensamiento. Al respecto, doña Juana Vásquez, participante en el equipo, decía que esta palabra será como un símbolo de la identidad perdurable, firme y sólido de la lengua aymara.
A partir de entonces se comienza a usar con más frecuencia la palabra convertida en un pensamiento dentro de la cultura aymara. Al inicio era aruskipasipxañanakasakipunirakispawa y, posteriormente, se agregó el sufijo t'a, conocido con el nombre de momentáneo en la gramática de la lengua aymara.
Y resulta que la palabra aruskipt'asipxañanakasakipunirakispawa tiene 36 letras, 14 sílabas, 13 sufijos que morfémicamente, en cada una de sus formas, tiene su correspondiente significado.
A decir verdad, la palabra nos muestra su poder, al que uno tiene que inclinarse, no sólo del aymara, sino todo, pues el idioma tiene su poder. Por lo tanto, no hay lenguas oprimidas, sino lenguas que muestran su potencial lingüístico.
Por otra parte, yo no diría que es la palabra más larga, posiblemente hay mucho más extensas en otras lenguas, eso habría que ver.
La palabra aruskipt'asipxañanakasakipunirakispawa es una construcción arquitectónica admirable. La pregunta que nos hacemos sobre la construcción de ésta es ¿en cuánto tiempo construyeron esta palabra nuestros antepasados? La construcción es perfecta, como que alguien construyera un edificio enorme y completo. Razón tenía el renombrado gramático de Cádiz, Eduardo Benot al poner el título Arquitectura de las lenguas a su gramática.
Pareciera que algún constructor de edificios hubiese edificado esta palabra muy cuidadosamente, poniendo primero el cimiento, que en lingüística llamamos raíz, y sobre eso hubiera colocado meticulosamente los ladrillos, hasta culminar de manera óptima la construcción que es y con el sufijo –wa, que en el estudio de la gramática aymara denominamos sufijo oracional y, además, sufijo de conocimiento personal.
A lo largo de los años en la enseñanza del aymara, la palabra de la cual hablamos formaba parte del examen en las clases de aymara. La persona, que se sometía a una evaluación final pronunciaba esta palabra larga sin mayores problemas y, además, para el estudiante del aymara era una especie de trabalenguas que le facilitaba la pronunciación de las palabras aymaras.
Para entender el concepto de la palabra aruskipt'asipxañanakasakipunirakispawa habría que comprender lo siguiente: los seres humanos tenemos el lenguaje que es el instrumento de comunicación en una sociedad. Así, los aymarahablantes, aunque castellanizados, hablamos la lengua aymara con propiedad; los españoles, hablan el español, los ingleses, el inglés.
La palabra ARUSKIPT'ASIPXAÑANAKASAKIPUNIRAKISPAWA nos induce a preguntarnos:
¿Quién posee ese don de la lengua? El ser humano. Entre los sufijos que contiene la palabra a la que nos referimos están los significados y sentidos de la comprensión mutua, cortesía, el tiempo, obligación, diálogo, etcétera.
Esta palabra contiene estos y otros significados que resulta reflejar una riqueza lingüística. En otras palabras, es toda una filosofía. La población monolingüe aymara, en sus relaciones de interacción humana, el aspecto de la comprensión mutua, ha primado entre los aymaras monolingües.
En aymara existe un dicho que dice:
Mä kunas utjixa, parlasapuniy jiwaskamax walir sartsnaxa. uka laykuy lakanistanxa (cuando se da un caso, siempre podemos entendernos hablando, por algo tenemos boca).
Finalmente, la traducción e interpretación al castellano de la palabra ARUSKIPT'ASIPXAÑANAKASAKIPUNIRAKISPAWA sería: estamos obligados a comunicarnos, a pesar de toda la conflictividad con que actuamos los seres humanos, que, además, afrontamos y solucionamos con la comunicación.
Juan de Dios Yapita es lingüista.
Fuente: Página Siete
Difunde: Ukhamawa Noticias
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"Así es" en lengua aymara
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