Un estudio presenta resultados y experiencias nacionales sobre la relevancia de generar políticas públicas en los niveles de gobierno nacional y subnacional para apoyar emprendimientos de negocios comunitariosSvetlana Salvatierra - La Paz
Laguna. Turistas que visitan el ecoalbergue Chalalán disfrutan de un paseo en canoa por la Amazonia boliviana. Con la incorporación de las comunidades indígenas, campesinas y urbanas en la actividad turística, se ha generado un nuevo paradigma de gestión turística que permite un amplio reparto de los beneficios económicos. "En Bolivia, el turismo comunitario e indígena ha venido emergiendo en las dos últimas décadas, a tal punto que se ha convertido en una demanda cada vez más generalizada por parte de las organizaciones sociales (...) que finalmente han sido consagradas como principios y mandatos constitucionales en la nueva Constitución Política del Estado", puntualizó, Ricardo Cox. El ex viceministro de Turismo (2006-2009) presentó la semana pasada su libro Turismo indígena y comunitario en Bolivia, en instalaciones de la Vicepresidencia. Este trabajo contó con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y fue editada por Plural Editores. En el texto realiza una amplia descripción y análisis del contexto económico, cultural e histórico del turismo mundial y de las comunidades indígenas del país. Y enfatiza en la construcción de la economía social comunitaria como uno de los pilares de la denominada economía plural. Presenta y explica los modelos de emprendimiento turístico indígena comunitario con experiencias bolivianas, y de otros países, respecto a la forma de gestionar esta industria en la comunidad. En Bolivia, señala, las empresas turísticas que operan o pueden operar en los territorios indígenas/comunitarios "surgen en el seno mismo de sus propias organizaciones, buscando mantener el control sobre los recursos y los negocios turísticos, así como acceder a los beneficios", en función a la oferta de su cultura y la biodiversidad del territorio y no en función a una demanda turística indiscriminada y perjudicial. Como ejemplos menciona a Chalalán y El Mapajo en Bolivia; Capirona, los Kuna, los Maya y los indios del sudoeste de Estados Unidos, donde los emprendimientos tienden a consolidarse como empresas autogestionarias. En otros casos, el turismo indígena Maasai en África o los aborígenes Arnhem en Australia mantiene una forma de cogestión de los negocios turísticos con empresas privadas de Safari. En Australia y Canadá hay cogestión con programas estatales locales. Cox asegura que queda un largo camino que "en principio debe resolverse" en el nuevo Código de Comercio, reconociendo las tipologías y derechos de las empresas de la economía comunitaria. El ecoalbergue Chalalán es una empresa comunitaria perteneciente a la comunidad de San José de Uchupiamonas, dentro del Área de Manejo Integrado del Parque Nacional Madidi. El turismo era operado por agencias privadas hasta que con apoyo de Conservación Internacional y el BID (1994) la comunidad formó una Sociedad Anónima con 75 accionistas (70% de la comunidad). La oferta oscila entre $us 250 y $us 400. Ricardo Cox, en su libro, anota que las demandas de los ecoturistas "se centran en la búsqueda de un lugar aislado, que preferiblemente sea un área natural protegida y cuente con una rica biodiversidad; que las instalaciones estén diseñadas en armonía con el medio ambiente y la cultura local; que haga un uso máximo de los recursos locales y ofrezca un alojamiento con una comida regional o un restaurante o bar que, además, sea punto de reunión para el esparcimiento de los visitantes". Respecto al alojamiento, "preferiblemente" debe ser confortable "con baño privado, sin más requerimiento energético que una linterna o un farol para alumbrar en la noche. Las instalaciones y la operación ecoturística deben fomentar las relaciones cercanas con la naturaleza, la recreación y una experiencia de aprendizaje individualizado. Los turistas prefieren pagar un precio moderado que incluya todo en un paquete de vacaciones". En el mundo, las áreas en las cuales la demanda de ecoturismo ha "permitido un desarrollo prominente de los ecoalbergues" son: Belice, Costa Rica (países con el más alto perfil), Ecuador, Iquitos y Cuzco en Perú, Manaus en Brasil, Australia, Kenya, Tanzania, Malawi, Botswana y Sud África. Fuente: La Razón, Bolivia Difunde: Ukhamawa Noticias "Así es" en lengua aymara |
domingo, 11 de julio de 2010
Bolivia: Los indígenas son el pilar en la gestión de turismo comunitario
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