LA NACION/ UPI
Con una rogativa mapuche se inició un acto este domingo en el Centro Ceremonial indígena Apu Wechuraba en el Cerro Blanco, en Recoleta, con motivo de la Marcha Mundial por La Paz, que partió en Europa y concluirá en Sudamérica en la frontera de Chile y Argentina, a principios de enero de 2010.
Representantes del Centro Ceremonial, que incluye también a pueblos aymaras, ocupan un sector del Cerro Blanco desde 2000 cuando el lugar fue reconocido como patrimonio cultural, porque en el sitio vivían pueblos quechuas y picunches antes de 1500, cuando Inés de Suárez, la compañera de Pedro de Valdivia, fundó la iglesia donde se encuentra el Santuario de La Viñita, a un costado del cerro. De dicho cerro se sacaban las piedras que se utilizaban para colocarlas en las calles en esa época.
Durante las actividades de este domingo en que participaron no sólo mapuches sino chilenos y extranjeros, en una ruca hubo un "círculo de mujeres o matríztico" en que éstas cantaron y rogaron por "la paz, la justicia y el respeto hacia los pueblos y los territorios indígenas", explicó Khano Llaitul, el encargado del Centro Ceremonial indígena Apu Wechuraba, término este último que significa cerro blanco en mapudungun.
Más tarde hubo un encuentro de cantos armónicos, en la que integrantes de la comunidad utilizan como instrumentos sus propias manos, que son expresiones espirituales de diferentes pueblos originarios, y que tienen por finalidad, también, encontrar la paz.
La comunidad abrió un espacio para que todas las manifestaciones artísticas se pronunciaran, y tras el "círculo matríztico" se efectuó un foro del que saldrá un enunciado sobre el respeto a la vida y a los territorios, y ese documento será entregado en el Palacio de La Moneda, explicó Khano Llaitul.
Llaitul dijo que para el pueblo mapuche lo importante son los compromisos de palabra y que estos se cumplan.
"Nosotros cobramos la palabra. Si la Presidenta y los candidatos adhirieron a la paz, pensando en el desarme nuclear, en la no violencia es muy bueno que lo hayan hecho. Pero también piensen en la violencia que se genera acá porque ésta que se genera acá es impuesta hacia nuestros pueblos. Porque nosotros, aunque nos pinten como terroristas, no tenemos la capacidad de responder la violencia con la que se nos ataca", expresó Llaitul.
El grupo se reúne todos los domingos y hace sus ceremonias en el rehue, o altar de los mapuches, a la que también pueden concurrir personas que no sean mapuches, pero que tienen que someterse a los rituales y costumbres de éstos, por ejemplo, la mujer tiene que usar vestidos, no pantalones. Ocho personas no mapuches participan habitualmente en el Centro Ceremonia Indígena Apu Wechuraba.
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