COLOMBIA [ 09/09/2008] Autor: Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca La Mayor Aquilina Rivera Musicue, de 78 años de edad, comunera Nasa del resguardo de Huellas-Caloto, se encuentra al borde de la muerte en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario del Valle. De acuerdo con un reporte de las Autoridades del Resguardo Indígena de Huellas, ayer Lunes 8 de Septiembre, alrededor de las 2 de la tarde, se trasladaba de su parcela a su casa, llevando leña, yucas, cimarrón y choclos. Por el camino se encontró un objeto parecido a una pelota y lo llevó a su casa donde vive sola. Según cuentan los vecinos, la Mayor descolgó lo que llevaba y el objeto hizo explosión en la sala. Un soldado enfermero le brindó los primeros auxilios. Doña Aquilina había perdido una mano, varios dedos de la otra y tenía quemaduras en la cara, el tronco y una de las piernas. En estado de extrema gravedad fue trasladada al Hospital de Caloto y al HUV en Cali donde se nos informa que su estado es crítico y es posible que no sobreviva.
La Mayor es otra víctima inocente de una guerra contra comuneras y comuneros. Las bombas y las balas caen sobre personas inocentes en sus propias tierras y hogares. Compartimos el dolor de la Mayor Aquilina, de su familia y de toda la comunidad y manifestamos que ella es una víctima más de una guerra contra nuestro pueblo. ¿Donde podemos encontrar resguardo y protección si las bombas y el terror son sembrados como trampas en nuestra tierra, en nuestros hogares para expulsarnos y tirarnos a la miseria para que se beneficien los que promueven el terror? Cobardemente le han puesto una trampa a una anciana indígena para sembrar el dolor y el miedo.
Debemos agregar con amargura, que miembros del ESMAD se hicieron presentes en el hogar de Doña Aquilina, maltratando a los comuneros y autoridades indígenas presentes. El CTI de la fiscalía realizó labores técnicas en el lugar en compañía de autoridades indígenas. Además hizo presencia un hombre de civil que se identificó falsamente como periodista de El Liberal y tomó fotografías de las personas y del lugar. Cuando las autoridades indígenas decidieron verificar su identificación como periodista, huyó con el apoyo de la policía en un vehículo de esta institución. Al dolor de la comunidad se suma esta situación irregular y preocupante en la que miembros de la fuerza pública apoyan la acción encubierta de un civil falsamente identificado como periodista.
Por el momento, denunciamos con amargura este hecho doloroso. Rechazamos la presencia de actores armados y objetos explosivos en nuestro territorio. Consideramos que hay suficiente evidencia para sospechar acciones ilegales, irregulares y encubiertas en contra de comuneros y comuneras inocentes por parte de actores armados que no respetan a la Autoridad Indígena. Exigimos que el civil que encubrió la fuerza pública sea plenamente identificado y que se proceda a explicar las razones de su presencia y los motivos para encubrirse y recoger información de manera ilegal.
De manera anticipada rechazamos cualquier declaración que pretenda señalar a la víctima o a las comunidades y autoridades indígenas como culpables o cómplices de estos hechos. Acusar a las víctimas es un delito atroz y cobarde que se suma al dolor de lo sucedido. La verdad debe ser establecida y como autoridades nos comprometemos a hacer lo que esté a nuestro alcance en este propósito.
Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca Autoridades del Resguardo de Huellas
Septiembre 9 de 2008. |
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