lunes, 27 de octubre de 2008

V Conferencia Internacional de la Vía Campesina: CARTA DE MAPUTO

Carta de Maputo

V Conferencia Internacional de la Vía Campesina

Maputo, Mozambique, 19-22 de Octubre, 2008
Agricultura Campesina y Soberanía Alimentaria Frente a la Crisis Global

El mundo entero está en crisis, una crisis de dimensiones múltiples, una
crisis de alimentos, de energía, del clima y de las finanzas.  Las
soluciones que nos ofrecen desde el poder – mas libre comercio, semillas
transgénicas, etc. - ignoran que la crisis es producto del sistema
capitalista y del neoliberalismo, y solo profundizarán sus impactos.
Para encontrar soluciones reales, mas bien hay que mirar hacía la
soberanía alimentaria que propone la Vía Campesina.

Como llegamos a la crisis?

En las últimas décadas hemos visto el avance del capital financiero y de
las empresas transnacionales, sobre todos los aspectos de la agricultura
y del sistema alimentario de los países y del mundo.  Desde la
privatización de las semillas y la venta de agrotóxicos, hasta la compra
de la cosecha, el procesamiento de los alimentos, y su transporte,
distribución y venta al consumidor, todo está ya en manos de un número
reducido de empresas.  Los alimentos han pasado de ser un derecho de
todos y todas,  a ser una mercancía más.  Se están homogenizando
nuestras dietas en todo el mundo, con alimentos que son malos para la
salud, tienen precios fuera del alcance de la gente, y estamos perdiendo
las tradiciones culinarias de nuestros pueblos.

A la vez estamos viendo una ofensiva del capital sobre los recursos
naturales, como no se había visto desde tiempos coloniales.  La crisis
de la tasa de ganancia del capital los lanza a una guerra privatizadora
de despojo contra nosotros y nosotras, campesinos e indígenas, un robo
privatizador de la tierra, el territorio, los bosques, la biodiversidad,
al agua y la minería.  Los pueblos rurales y el medio ambiente están
siendo agredidos.   La siembra de agrocombustibles en grandes
monocultivos industriales es parte de este despojo, justificado
falsamente con argumentos sobre las crisis energéticas y climáticas. La
realidad detrás de estas últimas facetas de la crisis tiene mucho más
que ver con la matriz actual de transporte a larga distancia de bienes,
e individualizado en automóviles, que con otra cosa.

Ahora el surgimiento de la crisis de alimentos y la crisis financiera
hace que todo se agudiza. La misma crisis financiera y las crisis de
alimentos están vinculadas por la especulación que hace el capital
financiero con los alimentos y la tierra, en detrimento de la gente.
Ahora el capital financiero se vuelve mas desesperado, asaltando los
erarios públicos para sus rescates, los cuales van a obligar a todavía
mayores recortes presupuestarios en los países, y mayor pobreza y
sufrimiento.  El hambre en el mundo sigue su ritmo de crecimiento. La
explotación y todas las formas de violencia, en especial contra las
mujeres, aumentan.  Con la contracción económica en los países ricos,
crece la xenofobia en contra de los trabajadores y trabajadoras
migrantes, con creciente racismo y represión, y el modelo dominante
ofrece cada vez menos oportunidades para la juventud en el campo.

En síntesis, todo va de mal en peor.  Sin embargo, como toda crisis,
genera oportunidades.  Oportunidades para el capitalismo, que usa la
crisis para reinventarse y encontrar nuevas fuentes de ganancias, pero
también oportunidades para los movimientos sociales.  Entre los últimos
se ubican el hecho que las tesis del neoliberalismo están quedando sin
legitimidad con los pueblos, y el hecho de que las instituciones
financieras internacionales (Banco Mundial, FMI, OMC)  están mostrando
su incapacidad de administrar la crisis (además de estar entre las
causas de la misma crisis), creando la oportunidad para eliminarlos y
construir otras instituciones de regulación de la economía global que
sirven otros intereses.  Está quedando claro que las corporaciones
transnacionales son los verdaderos enemigos que están detrás de
aquellos. Está quedando claro que los gobiernos neoliberales no sirven
los intereses de sus pueblos. También está quedando claro que el régimen
mundial de alimentos controlados por las empresas transnacionales, no es
capaz de alimentar a la gran masa de personas en esta planeta, mientras
que la soberanía alimentara basada en la agricultura campesina local es
mas necesario que nunca.


Que defendemos en la Vía Campesina frente esta realidad?

•    La soberanía alimentaria: echando al capital especulativo fuera de los
alimentos, y re-nacionalizando la producción y las reservas de
alimentos, se ofrecería la única salida de la crisis alimentaria.  Solo
la agricultura campesina alimenta a los pueblos, mientras que el
agronegocio produce productos de exportación y agrocombustibles para
alimentar a los automóviles en lugar de los seres humanos.  La soberanía
alimentaria basada en la agricultura campesina ofrece la solución a las
crisis.

•    Frente a las crisis energéticas y climáticas: la diseminación de un
sistema alimentario local, que no se basa ni en la agricultura
industrial ni en el transporte a larga distancia, eliminaría hasta un
40% de las emisiones de gases de efecto invernadero. La agricultura
industrial calienta al planeta, y la agricultura campesina enfría al
planeta. Un cambio en el patrón de transporte humano hacía el transporte
colectivo, y otros en los patrones de consumo, son los pasos adicionales
necesarios para hacernos frente a las crisis energéticas y climáticas.

•    La reforma agraria genuina e integral, y la defensa del territorio
indígena: son esenciales para revertir el despojo en el campo, y para
poner la tierra a producir alimentos en lugar de exportaciones y
combustibles.

•    La agricultura campesina sostenible: solo la producción campesina
agroecológica puede desvincular el precio de los alimentos del precio de
petróleo, recuperar los suelos degradados por la agricultura industrial,
y producir alimentos sanos y cercanos para nuestros pueblos.

•    El avance de las mujeres es el avance para todos: El fin de todos los
tipos de violencia hacía la mujer, incluyendo la física, la social y
otras.   El alcance de la verdadera paridad de género en todos los
espacios internos e instancias de debates y toma de decisiones son
compromisos imprescindibles para avanzar en este momento como
movimientos de transformación de la sociedad.

•    El derecho a la semilla y al agua:  La semilla y el agua son las
fuentes de la vida, y son patrimonios de los pueblos.  No podemos
permitir su privatización, ni la siembre de semillas transgénicas o de
tecnología terminator.

•    No a la criminalización de la protesta social, si a la Declaración de
Derechos Campesinos en la ONU, propuesta por la Vía Campesina. Será una
herramienta clave en el sistema legal internacional para fortalecer
nuestra posición y nuestros derechos como campesinos y campesinas.

•    La juventud en el campo:  Urge abrir cada vez mas espacios en nuestro
movimiento para la incorporación de la fuerza y creatividad de la
juventud campesina, con su lucha por construir su futuro en el campo.

•    Finalmente, nosotros y nosotras producimos y defendemos los alimentos
de todos y todas.

Todos y todas los participantes en la V Conferencia de la Vía Campesina
nos comprometemos a la defensa de la agricultura campesina, a la
soberanía alimentaría, a la dignidad y a la vida.  Nosotros y nosotras
ofrecemos soluciones reales a la crisis global que enfrenta el mundo de
hoy. Tenemos el derecho de seguir siendo campesinos y campesinas, y
tenemos la responsabilidad de alimentar a nuestros pueblos.

Aquí estamos los campesinos y campesinas del mundo, y nos negamos
desaparecer.

Soberanía alimentaria YA! Con la lucha y la unidad de los pueblos!

¡Globalicemos la lucha! ¡Globalicemos la esperanza!

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