La empresa estatal Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) impulsa la construcción del proyecto hidroeléctrico El Diquís. La planta generará 650 megavatios de potencia.
Pero la puesta en marcha del programa inundará el territorio indígena Terraba, situado al sur de Costa Rica. La región que resultaría afectada pertenece a la comunidad Teribe y es un sitio de importancia cultural y espiritual.
Según el ICE se están llevando adelante estudios de impacto ambiental y de factibilidad. Pero las comunidades originarias denuncian que maquinas pesadas están trabajando en la zona.
La Clínica de Derechos Humanos responsabilizó al Gobierno de Costa Rica por no consultar a la comunidad indígena sobre el proyecto hidroeléctrico, ya que afectaría su territorio.
Costa Rica suscribió al convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El acuerdo estipula la obligatoriedad de los Estados de consultar a las comunidades sobre emprendimientos que afecten sus territorios.
La integrante de la Asociación Mano de Tigre de Terraba, Isabel Rivera Navas, señaló que "posponer el consentimiento es equivalente a negar al pueblo Teribe su derecho a ser consultado y a dar su consentimiento libre, previo e informado".
No hay comentarios:
Publicar un comentario