domingo, 2 de agosto de 2009

Guerrillas indígenas y élites criollas en la independencia del Perú

Una mirada de los hechos o las palabras


 Por Franklin Ronald Ramos Vargas | Política - 02 agosto 2009

Los primeros gritos independistas fueron los de los levantamientos indígenas o 'indios' durante la última mitad del siglo XVIII y no los de los criollos, quienes comulgaban sumisamente con la Corona Española; en consecuencia, jamás hubieran permitido una independencia por voluntad propia parida de las entrañas de la tierra 'peruana', por eso tuvieron que esperar proyectos extranjeros para supuestamente emanciparse de España.

Heraclio Bonilla y Karen Spalding manifiestan: "El proceso de la independencia peruana estuvo determinado íntegramente por intereses extrarregionales, básicamente por los intereses comerciales y financieros de Inglaterra, de tal manera que la independencia no podía ser analizada ni interpretada como un proceso interno, como producto de un largo proceso de lucha por ella, sino que le fue impuesta a los peruanos, quienes realmente no la deseaban, por no convenirles la separación con relación a España".1

Según esta interpretación los criollos consideraban que permaneciendo fieles a España tenían mucho más que ganar, o por lo menos mucho menos que perder. Esto significa que la independencia fue concedida a los criollos por el ejército de San Martín, es decir que tuvo que llegar desde fuera debido a que la sociedad peruana virreinal carecía de una clase dirigente consciente de sus intereses y por lo mismo incapaz de formular un proyecto político alternativo al colonial.

En contraste, quienes en verdad querían romper las cadenas de la opresión respecto de España eran los indígenas o 'indios' organizados en montoneras (especie de guerrillas 'indias'), fieles a la concreción de un nuevo Estado.

No sólo participaban los varones, sus esposas también lo hacían de distintas formas. Virgilio Roel expresa: "Estas heroicas y sufridas mujeres no sólo prestaban servicios en el apoyo logístico de las partidas, sino que cuando las circunstancias lo requerían, también participaban del combate y las luchas. En no pocas ocasiones, estas bravas guerrilleras asumieron el comando de las montoneras, como es el caso de las Toledo en el pueblo de Concepción, o como en el de la compañera del montonero Quirós que combatía como segundo comandante de su partida".2

Poco antes del desembarco del General San Martín en Paracas, los montoneros habían acorralado Lima y estaban dispuestos a tomarla. Llevaron a la desesperación al grupo de oficiales españoles y criollos.

De la desesperación pasaron a la acción, es decir, a la conspiración para derrocar al virrey Pezuela. Llega de Arequipa el mal recordado general Canterac quien lo destituye, entregando el poder al general José de La Serna.

Las montoneras habían logrado gran poderío. San Martín aprovecha este hecho y crea las primeras fuerzas regulares peruanas a base de las unidades guerrilleras de indígenas o 'indios'.. Esto significa que San Martín se puso al mando de estas tropas iniciales, de los 'Granaderos a Caballo' y de los 'Leales del Perú'. La Serna huye de Lima con dirección a Jauja, protegido por San Martín en varias oportunidades del trayecto.

Posteriormente, se diría que San Martín y La Serna siempre tuvieron comunicación y que estaban de acuerdo con un nuevo modelo de gobierno monárquico. La diferencia era que solamente uno prefería a un rey europeo no español y el otro a un rey español. Aunque parezca osado, quizá la pretensión era el de autoconsagrarse como reyes sea San Martín o La Serna.

Tras retirarse La Serna de Lima solicita a San Martín ingrese a la ciudad para evitar que los guerrilleros la tomen. De igual forma los señorones limeños españoles y criollos aterrados con la sola idea de que los montoneros ingresen a la ciudad suplican a San martín que los detuviera. La respuesta de San Martín fue que retiraría a los montoneros siempre y cuando le dejasen ingresar a Lima y se comprometieran a que el Cabildo juramentara la independencia. Así se hizo.

El 28 de julio de 1821 se proclamó la 'independencia' del Perú. Participaron en esta proclamación ningún 'indio', más bien personalidades coloniales más notables, titulados de Castilla, ordenados de Caballería Real, las cabezas de las familias más colonialistas, el Cabildo Eclesiástico. Éstos redactaron el Acta de Independencia y la firmaron (aunque luego traicionaron esta proclamación ya que al llegar Bolivar al Perú, otra vez sirvieron a La Serna, al rey y por ende, a la Corona Española). Al pueblo, al Perú profundo se le negó la participación en el acto.

No se equivoca Roel al manifestar que: "La ceremonia se efectuó exactamente como se realizaban las grandes festividades coloniales con la única diferencia que al virrey lo sustituyó San Martín. En las noches del 28 y el 29 de julio de 1821 se realizaron suntuosos bailes en los salones del Cabildo y del Palacio Virreynal, mientras que en las calles hubo verbena general. Desde entonces se ha celebrado en memoria de estas festividades de corte colonialista, lo que se denomina, el 'día de la independencia'.

Para quienes aman profundamente las tradiciones de este pueblo, el 28 de julio no se rememora ningún hecho glorioso, ni ninguna gesta trascendental, sino una gran fiesta colonial, celebrada por gentes que siempre fueron contrarias a las causas populares y que en los momentos culminantes de Junín y Ayacucho habrían de hallarse nuevamente en el lado virreynal. Esas gentes hicieron tal fiesta, por simples conveniencias momentáneas y con la anuencia de La Serna. Fue pues un acto intrínsecamente falso, y por tanto, EL 28 DE JULIO NO PUEDE TRATARSE DE UN DÍA NACIONAL".3

Por otro lado, las heroicas montoneras con líderes como Cayetano Quirós, Alejandro Huavique, José Navajas, Antonio Elguera, etc. jamás fueron recordadas por la historia oficial o fueron desdibujadas soterradamente. Estas montoneras o guerrillas 'indias' se merecen todo el fervor del Perú actual porque pagaron su libertad con sangre traicionados incluso por San Martín y Bolivar. Después de la Capitulación de Ayacucho, los líderes de las montoneras (pertenecientes al corazón del ejército patriota quienes triunfaron) fueron perseguidos y condenados a cadena perpetua, mientras que los realistas criollos o españoles (pertenecientes al ejército colonialista quienes perdieron) fueron ensalzados, se les permitió viajar a España con todos los gastos pagados, se les dio la oportunidad de que pudieran seguir conservando sus tierras, esclavos, títulos, grados, jerarquías, propiedades, etc.

Ha de hablarse ahora de forma objetiva y somera sobre el papel que jugaron San Martín y Bolivar en la independencia peruana.

Aparentemente José de San Martín emancipó a los esclavos, incluso suscribió muchos decretos en favor de la abolición de la esclavitud; sin embargo, todo quedaba en letra muerta, o 'liberaba' a unos cuantos para simular. Morote indica, por ejemplo:"La razón por la que San Martín inició la emancipación de los esclavos no se debió exclusivamente a factores filantrópicos y altruistas; llegado a Pisco incorporó a su ejército 600 esclavos de las haciendas vecinas, [posteriormente éstos con Riva Agüero y Bolivar volvieron a ser esclavos]"4 .

San Martín 'independizó' el Perú, pero sobre el esfuerzo de los indígenas o 'indios' que habían bregado a manera de guerrillas y montoneras y que posteriormente fueron desarticuladas por el ejército 'patriota'.

San Martín quería implantar en el Perú un gobierno de tipo monárquico con un rey que viniese de Europa. En otras palabras el indígena o 'indio' continuaría subyugado a lo que pudiesen decidir los de la 'alta camarilla criolla'.

Simón Bolivar, por otro lado, no tuvo encuentro con los indígenas o 'indios' sino hasta llegar a Ecuador, le fue imposible entender su idiosincrasia: "Se apropió de él [Simón Bolivar] todos los prejuicios de los colonialistas españoles y los criollos racistas. Escribió una carta desde Ecuador que decía: 'Los indios son todos truchimanes, todos ladrones, todos embusteros, todos falsos, sin ningún principio moral que los guíe'. La actitud del Libertador la describe el historiador John Lynch: 'Los indígenas de Perú, a diferencia de los pardos y los negros, no ocupaban un lugar central en las preocupaciones de Bolivar'.

Bolivar no cambió de opinión sobre los indígenas durante la preparación de la guerra por la independencia, a pesar de la ayuda que recibió de guerrilleros indígenas y de los batallones peruanos, formados principalmente por indios".5

Algo inusual sucedió, al ir Bolivar al Alto Perú y apreciar que todos los indígenas o 'indios' le rendían honores como el general Gamarra quien le ofreció una corona o como José Domingo Chukiwanka quien elogió el papel mesiánico del Libertador, cambió su percepción, pero sólo como mecanismo útil de propaganda en su viaje a la futura Bolivia. Es cierto que dispuso decretos en favor del indígena o indio, pero es cierto también que no cumplió nada de lo que había decretado, quizá si lo hubiese hecho habría merecido el elogio de Chukiwanka.

"Desgraciadamente durante el gobierno de Bolivar se revivieron todas las taras del coloniaje. Las mitas y los pongüeajes se mantuvieron durante el siglo XIX y el XX, y no nos sorprendería que en el siglo XXI quedase algún rezago de ello en alguna remota región.

Resuelto el problema de Bolivia, puesta en marcha la aprobación de su presidencia vitalicia, ejecutado o presos los líderes de las guerrillas indígenas, Bolivar se retractó, dio marcha atrás y el 11 de agosto de 1826 restableció el tributo del indígena, que había sido el signo más vergonzoso de la colonia. Aún los españoles abolieron ese tributo, cuando soplaron vientos liberales en la península (1808-1815), aunque fue reinstalado con la vuelta del absolutismo de Fernando VII.

En cuanto a otras regulaciones que afectaban a los indígenas, John Lynch dice: "los decretos indígenas de Bolivar fueron limitados en su alcance y estuvieron desencaminados en su intención. La política de Bolivar en este ámbito no se fundaba en una comprensión profunda de los problemas de los indios'".6 .

Por si fuera poco, Bolivar ocasionó muertes en masa de indígenas o 'indios' al conducirlos con engaños a Colombia, Venezuela, Panamá, etc., so pretexto de combatir una invasión francesa.

Respecto a la venta de propiedades de comunidades indígenas o 'indias', faltaría tiempo y espacio para describir la malévola inclinación bolivariana. Primero las poseyeron los 'indios', pero luego las compraron los 'criollos' adinerados, siendo este hecho un antecedente del latifundismo en el Perú, acrecentado junto a la esclavitud.

Por estas razones y más, puede decirse que la situación del 'indio' o indígena en la 'República' en nada cambió respecto de la 'Colonia', pareciera más bien que empeoró.

"Sin Bolivar el Perú no se hubiera independizado el año 1924. Pero sin él el Perú hubiera sido más grande y fuerte. Nuestro Libertador sacrificó, expolió, engañó y cercenó al país a tal extremo que ninguna otra nación latinoamericana jamás llegó a pagar por su independencia lo que el Perú pagó por la suya, ninguna otra tampoco estuvo en tanto peligro de perder aún más".7 .

Después de Bolivar, la situación del 'indio' o indígena tampoco varió mucho. Nada más las distintas constituciones no establecían criterios de justicia en su favor. Esta cruda realidad colmó la paciencia y nuevamente empezaron los levantamientos que se intensificaron antes y después de la guerra con Chile.
Finalmente, queda por señalar que los primeros presidentes del Perú anduvieron por los corrillos independistas pero a la vez por los de la Corona Española. También, por otro lado, tener presente que el día Nacional del Perú es el 10 de noviembre, porque en un día como ese se inició la gran Gesta de Tupak Amaru, de naturaleza hondamente libertaria, profundamente humanista y de un gran sentido de unión entre todos los oprimidos.8

¿QUÉ CELEBRAMOS?...
¡VIVA EL PERÚ SUBTERRÁNEO Y PROFUNDO!

BIBLIOGRAFÍA

BONILLA, Heraclio y SPALDING, Karen. "La Independencia en el Perú". Instituto de Estudios Peruanos. Lima. Perú. 1972. pág. 46
MOROTE, Herbert. "Bolivar, Libertador y Enemigo Nº 1 del Perú". Jaime Campodónico Editor. Lima. Perú. 2007. pág 86.
ROEL, Virgilio. "GRANDEZAS Y MISERIAS DE LA INDEPENDENCIA". Editorial Alfa. Lima Perú. 1977. pág. 12.

Fuente: http://www.losandes.com.pe/Politica/20090802/25204.html


---------
Difunde: Ukhamawa Noticias

"Ukhamawa", en lengua aymara "Así es"



No hay comentarios: