Seis autores rinden tributo al gran poema de Alonso de Ercilla. Sus versos, eclécticos y universales, permiten desde la alabanza a los indígenas hasta el canto de la conquista, componiendo una crónica del mestizaje. Así lo atestiguan las declaraciones de Armando Uribe, Elicura Chihuailaf, Óscar Hahn, Jaime Luis Heunún, Manuel Silva Acevedo y Maribel Mora. FRANCISCO VÉJAR A 441 años de su publicación, sigue siendo un referente para escritores chilenos y extranjeros. Sin ir más lejos, el poeta y narrador argentino Andrés Neuman publicó el volumen misceláneo Cómo viajar sin ver Latinoamérica en tránsito (Alfaguara, Madrid, 2010). Allí, en el capítulo "Santiago, el orden ensimismado", escribe: " La Araucana de Ercilla y su discurso fronterizo (es) el relato de un conquistador que no puede evitar la fascinación por los personajes conquistados. Hablamos de cómo ese poema ha sido utilizado como testimonio patriótico en ambas orillas: la gran epopeya conquistadora española, la épica resistencia indígena". Desde hace cuatro años, La Araucana tiene una versión al mapudungun. La selección la hicieron Herman Schwember y Adriana Azócar, y la traducción estuvo a cargo de Elicura Chihuailaf y Manuel S. Manquepi. Fue publicada por el Ministerio de Educación y su título mapuche es Ta awkan mapu new . En abril de este año, Editorial Pfeiffer publicará una nueva versión en prosa, de Jorge Ibáñez Ibarra, y Universitaria reimprimirá la selección preparada por Guillermo Araya en 1969, añadiendo una copia en formato digital. Alonso de Ercilla, quien fuera paje del príncipe Felipe (más tarde rey de España), decidió partir a las Indias tras una desilusión amorosa. Llegó a Perú en junio de 1556, junto al virrey Andrés Hurtado de Mendoza. Tiempo después, con el hijo de este último, García Hurtado de Mendoza -recién nombrado gobernador y capitán general de Chile-, viaja hacia la zona de la sublevación mapuche. En 1557 llegó a Concepción. Fue uno de los descubridores de Chiloé y participó en numerosas batallas, presenciando la muerte de Caupolicán, protagonista de su poema. Sólo diecisiete meses permaneció en territorio nacional. Pero bastaron para que diera forma a su composición, que consta de 37 cantos, divididos en tres partes y escritos en octavas reales. Andrés Bello la calificó como "La Eneida de Chile". Descubrir su actual influjo en las letras nacionales es un desafío formidable. Tres poetas mapuches y otros tres nacionales responden las mismas preguntas: ¿Cuál sería la vigencia de La Araucana ? ¿Está dentro de su poética? ¿La poesía chilena moderna nace con Alonso de Ercilla en el siglo XVI? "La historia de este extravagante país, Chile, no se entiende sin el hecho político y cultural de La Araucana , con sus temas, episodios claves e influencia (desde lo escolar hasta su peso intelectual, no sólo en términos de celebraciones con fechas, sino también en cuanto a sus líneas impresas en el subconsciente de buena cantidad de chilenos). Estoy cierto de que cuanto escribo sobre el país y también de América del Sur, en prosa y en verso, tiene presente La Araucana , sea consciente o inconscientemente. Un ejemplo explícito: la parte histórica y aún la social de mis Críticas de Chile . Creo que sería útil hacer una edición de pasajes 'selectos', publicando los episodios que, además de contener valor literario, constituyan un repertorio amplio con las fuentes de la mitología chilena y americana, como el suceso, entre muchos con valores psicológicos, históricos y antropológicos (amén de literarios), del suplicio de Caupolicán. No cabe duda de que la poesía que ha suscitado Chile, desde su existencia con dicho nombre, tiene su comienzo en la tremenda piedra angular de La Araucana . Chile es el caso único, en América y otras partes del mundo conocido en el siglo XVI, de un país que nace a la historia por la guerra y continúa siendo una nación y un Estado en el siglo XXI, cuya guerra fundadora comenzó a escribirse en La Araucana . Dicho conflicto ancestral está reflejado en buen verso castellano en una epopeya duradera a través de los siglos, así como en algunas potencias europeas. El valor literario de La Araucana en la poesía mundial fue reconocido hasta por Voltaire, en el prefacio de su propia epopeya La Henriade. La poesía chilena exige considerar, por proyección y contraste, La Araucana en cuanto antecesora y hasta en guisa de epígrafe... Sin embargo, la actual inclinación mañosa a la negación de la patria, Chile, descarta el valor presente (y urgente) de La Araucana . Y al resto de la poesía genuina que tenemos". " La Araucana es un clásico ineludible y su vigencia literaria, política y cultural es a la vez evidente y subterránea. Para mí sigue siendo el mejor reportaje poético de la cruenta Guerra de Arauco. Creo que ciertos pasajes gravitan en algunos de mis poemas, especialmente en aquellos que se articulan a través de un español arcaico. Como La Araucana es un poema del cual todos hemos escuchado o leído algún fragmento, creo que algo de su sonoridad, de su ritmo y su lenguaje se han adherido a secciones importantes de la poesía nacional. Una nueva edición de carácter crítico y a la vez amable con el lector es muy necesaria. Sería un justo acierto que en ella participaran, por primera vez, no sólo especialistas chilenos, sino también escritores, historiadores y académicos mapuches. El poema de Ercilla nace y se sitúa en territorio mapuche. Tanto nuestra geografía como la presencia protagónica de sus héroes indígenas 'araucanizan' o 'mapuchizan' zonas importantes de este poema, mestizando el canto épico castellano y generando un discurso lírico complejo que da cuenta de la lucha independentista mapuche y los trabajos bélicos de la conquista hispana. En este sentido, es el primer gran texto poético surgido en lo que ahora denominamos Chile, y refiere conflictos que serán centrales en la poesía y la historia nacional posterior". " La Araucana nunca ha tenido vigencia verdadera, salvo algunas octavas que la oligarquía chilena ha escogido como representativas de lo que autoritariamente supone son sus cualidades. Me parece que varias octavas han sido ocultadas y que resumen la visión de Alonso de Ercilla respecto del pueblo mapuche. 'Entre todos hemos ido borrando La Araucana , apagando los diamantes del español Ercilla', escribió Pablo Neruda. En algunas de dichas octavas 'olvidadas', dice don Alonso: 'La sincera bondad y la caricia / de la sencilla gente de estas tierras / daban bien a entender que la codicia / aún no había penetrado aquellas sierras; / ni la maldad, el robo, la injusticia / (alimento ordinario de las guerras) / entrada en esta parte habían hallado / ni la ley natural inficionado'. Y agrega: 'Pero luego nosotros, destruyendo / todo lo que tocamos de pasada, / con la usada insolencia el paso abriendo / les dimos lugar ancho y ancha entrada; / y la antigua costumbre corrompiendo, / de los nuevos insultos estragada, / plantó aquí la codicia su estandarte / con más seguridad que en otra parte'. Ante la reiterada descripción del toki maravilloso, Kallfvlikan, como casi un 'rambo' mapuche, dice: 'Es cosa en que mil gentes han parado, / y están en duda muchos hoy en día, / pareciéndoles que esto que he contado / es alguna ficción y poesía: / pues en razón no cabe que un senado / de tan gran disciplina y policía / pusiese una elección de tanto peso / en la robusta fuerza y no en el seso'. En La Araucana está parte de la memoria de nuestro pueblo: la visión de mundo propio y la presencia de algunos de nuestros grandes líderes / lonkos / kimches / tokis como Colo Colo, Caupolicán, Lautaro, Galvarino, Elicura; y la sabia, maravillosa convicción de Fresia, Guacolda y Tegualda". "El problema es que La Araucana pertenece a un género literario que ya no tiene vigencia: la poesía épica escrita en octavas reales. Las grandes narraciones sobre una nación o un individuo están ahora en manos de la novela y el cine. Entonces, no es recomendable que se obligue a los alumnos de la Enseñanza Media a leer La Araucana en su forma original, porque lo que se consigue con eso no es incentivar la lectura, sino el efecto contrario. Para escribir algo análogo a La Araucana el poeta debería tener un proyecto épico-lírico como el de Pablo de Rokha en la Epopeya de las comidas y las bebidas de Chile , o el de Pablo Neruda en suCanto general ; es decir, tendría que sentirse el vocero de toda una nación y desear que el pueblo hablara a través de sus palabras. Nada más alejado de mi proyecto personal. Yo sólo me siento vocero de mí mismo y de mis demonios internos. Si se quiere que los jóvenes y los lectores no especializados tengan algún conocimiento sobre La Araucana es más realista darles una versión en prosa, como la que publicará la Editorial Pfeiffer. Y, ojo, yo no excluyo que pudiera aparecer en forma de cómic. En cambio, los universitarios que quieren especializarse en literatura hispanoamericana deberían leerla en alguna edición crítica, pero tal como fue escrita por don Alonso de Ercilla". " La Araucana es el poema fundacional de nuestra identidad de nación mestiza, identidad que aún hasta hoy nos cuesta aceptar y asumir. Como suele ocurrirnos, tuvo que ser un extranjero quien nos mostrara la grandeza y el drama anidado en nuestras raíces. Por ello su vigencia es permanente en el tiempo y en la memoria colectiva. Su épica cuasi mitológica ha contribuido a enaltecer figuras heroicas de nuestra prehistoria republicana, como Caupolicán, Galvarino, Lautaro, Colo Colo y otros guerreros mapuches. Aunque no de manera consciente, creo que toda la gran poesía chilena que se ha escrito desde La Araucana en adelante es, en cierto modo, tributaria de ese poema. Pienso, por ejemplo, en El poema de Chile de Gabriela Mistral, el Canto General de Pablo Neruda, la Epopeya de las comidas y bebidas de Chile de Pablo de Rokha. En mi caso particular, creo que Lobos y ovejastiene un parentesco lejano con el antagonismo, la violencia y la fusión de dos sangres (la sangre española y la mapuche) que canta La Araucana. La poesía chilena en lengua castellana nace con La Araucana . Pero poesía mapuche oral hubo antes, durante y después de la llegada de los huincas. La vida cotidiana del pueblo mapuche, su relación con la tierra, los ríos y la naturaleza toda estuvo, está y estará impregnada de una profunda y reverencial poética del espacio, del fuego, del agua y de la ensoñación, como hemos podido degustar en la escritura de notables poetas recientes, como Elicura Chihuailaf, Jaime Huenún, Graciela Huinao, Leonel Lienlaf y tantos más". "Quizás la vigencia de La Araucana radica en el punto más complejo de abordar: la preexistencia del pueblo mapuche a la conquista española y su presencia actual. No se trata de cuestiones meramente literarias -aunque sea menos engorroso abordarlas desde allí-; son hechos reales y medibles no sólo a través de documentos históricos, sino también en la mantención de discursos y prácticas socioculturales que, aunque híbridas o sincréticas, dan cuenta de esa especificidad reivindicada. Petu mongenleiñ, petu mapuchengeiñ, decimos aún. Todavía estamos vivos, todavía somos mapuche. La Araucana me ronda, por cierto, pero en su reverso. En saberme parte de un pueblo que poco o nada ha tenido en beneficio por ser descendiente de Michimalonko o Kallfulikan. No somos más que 'los nietos de Lautaro tomando la micro', dice certeramente el poeta David Aniñir. La Araucana es un texto que se reedita en la memoria chilena, de tanto en tanto. Releerla hoy, más allá de la gloriosa épica que nos han presentado, es adentrarse en los sustentos ideológicos e históricos que fundan este país". Fuente: Emol.cl |
lunes, 31 de enero de 2011
Chile: La Araucana en el siglo XXI
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