CONSIDERANDO LA EXISTENCIA DE:
La Ley Indígena, 19.253
Informe de la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato
Re-Conocer: Pacto Social por la Multiculturalidad.
Ratificación Convenio 169
Todas leyes y disposiciones vigentes en Chile; unas de origen interno y otras emanadas de las organizaciones internacionales y ratificadas por el Estado Chileno, nos llevan a expresar la visión que como organización mapuche nos cabe en este escenario. El estado chileno, por un lado dice respetar los derechos y deberes de sus pueblos originarios, demostrando dicha intención en la firma de estos tratados y la promulgación de estos documentos y leyes, y por otro lado, en los hechos reales, existe una serie de contradicciones que nos mueven a denunciar a la opinión pública lo siguiente:
1.- En el ámbito de la Medicina mapuche, que es el ámbito que nos compete directamente, puesto que trabajamos con ella en el Mapuche ñi Lawentuwün de Nueva Imperial, donde hemos construido una experiencia de la cual ya llevamos 4 años desarrollándola, practicando nuestra medicina milenaria mapuche, gracias a una voluntad política y no a una legalidad, como creemos que debería ser. En este corto tiempo, los usuarios de este sistema de salud han comprobado fehacientemente que la medicina mapuche, en muchos casos es más efectiva que la medicina occidental. Sin embargo, las autoridades de gobierno, tanto regionales, como nacionales, no quieren reconocer que esta medicina debe tener un respaldo jurídico legal. Sin este respaldo, este sistema no tendrá permanencia en el tiempo.
En este sentido vemos una contradicción entre lo que se dice y lo que se hace. Por un lado, el Estado niega el reconocimiento legal de la Medicina Mapuche, y la somete a un sin número de análisis y cuestionamientos; sin embargo, a la empresa Ancestra, liderada por un Winka, se le permite patentar una infusión basada en hierbas medicinales a la que osadamente denomina "Secretos de la Machi". Se premia así, bajo el nombre y justificación de "emprendedores, o microempresa de emprendimiento", la comercialización, el robo a nuestro patrimonio intelectual y cultural respecto de la Medicina Mapuche, sólo por citar un ejemplo. De esta manera vemos cómo se violan las disposiciones legales que el mismo Estado dice tener para proteger el patrimonio cultural originario, negando la existencia a largo plazo a una entidad que por derecho propio la tiene (como el Mapuche ñi Lawentuwün, que gratuitamente pone al servicio de la comunidad la Medicina Mapuche), y aprobando la existencia de un producto emanado de los conocimientos medicinales de las machi, pero apropiado por un particular no mapuche, con fines comerciales y de lucro, a personas que en nada aportan al Pueblo Mapuche. Este señor, se apropia de los conocimientos ajenos, sin que los dueños de ese conocimiento siquiera hayan sido informados acerca de dicha acción, considerando que en ella estaban involucradas instituciones gubernamentales como la CORFO y la estatal Universidad de la Frontera, habiéndose en esa fecha ratificado ya el Convenio 169. Entonces cabe la pregunta: ¿Dónde queda todo ese discurso gubernamental? ¿Dónde está la operacionalización de los tratados y leyes?, ¿Dónde, el respeto a los pueblos originarios, que con tanta parafernalia se da a conocer a la opinión pública cada vez que se firma un papel?
2.-Existe una evidente tendencia a atribuir un supuesto terrorismo a cualquier dirigente social mapuche que lucha por restituir sus derechos ancestrales, como es el caso reciente de Héctor Llaitul, que tan ligeramente se le imputa como terrorista aplicándole leyes como la de asociación ilícita terrorista que no es más que una invención y un montaje para amedrentar cualquier movimiento mapuche de reivindicación que se levante en el territorio. Estas acusaciones e imputaciones no provienen sino del racismo institucionalizado, el odio a los mapuche de parte de las instituciones gubernamentales, que aún cuando públicamente se declaran respetuosos de las culturas originarias, no dudan un instante en aplicar su Ley, que no es nuestra, que es ajena.
Lo que hoy sucede en este tema es exclusivamente que los winkas no quieren entender que en esta sociedad hay dos pueblos: los pueblos originarios y los europeos que vinieron a apropiarse del territorio, y lamentablemente han generado un poder para ocupar esta nación y aprovecharse de todos los bienes y no para hacer una política de gobierno democrática con participación de los pueblos originarios…porque históricamente el mapuche jamás practicó el terrorismo, sino que la acción terrorista es exclusiva de los invasores de nuestro territorio.
Por tanto, rechazamos toda imputación antojadiza y mal intencionada en contra de nuestros dirigentes que luchan por recuperar sus territorios.
Rosendo Huenuman García, presidente
Asociación Indígena Newentuleaiñ
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